El estrés por frío puede presentarse
a temperaturas bajo la zona de confort, pero muy cercanas a ésta (especialmente
en el trabajo sedentario). También es lógico pensar que a menores temperaturas
ambientales mayor será el riesgo de estrés por frío; sin embargo dependerá en
gran medida de la capacidad de termorregulación del cuerpo de la persona y de
la conducta que adopte (NTP 1036:2015).
El riesgo se manifiesta
de formas diferentes, ya que puede afectar el equilibrio térmico de todo el
cuerpo, pero también y al mismo tiempo puede afectar el equilibrio térmico
local de las extremidades, la piel y los pulmones. Los mecanismos de defensa básicos
consisten en modificar el comportamiento y mejorar la vestimenta, pero en
algunos casos una protección suficiente puede generar dificultades o incomodidades
para el trabajo, o incluso provocar efectos adversos o no deseados (OIT; 42 Calor y frío:1999).
Por lo comentado y
teniendo presente que el objetivo es evaluar el estrés por frío, podemos
plantear una toma de decisiones desdoblada en dos situaciones: por un lado
evaluar los efectos provocados por el enfriamiento corporal global (o general),
y por otro evaluar los efectos debidos al enfriamiento de las extremidades, al
enfriamiento de la piel por convección (debido al viento) o por conducción
(debido al contacto con materiales muy fríos) y al enfriamiento del tracto respiratorio.
En todos los casos la situación más crítica ocurre cuando se produce un
enfriamiento generalizado del cuerpo, aunque lo más probable es que varios (o
todos) ocurran al mismo tiempo.
De igual manera que en la
evaluación del estrés por calor, para una mejor comprensión de los fenómenos de
intercambio calórico de las exposiciones al frío debemos basarnos en el balance
térmico, o cómo veremos en otro artículo, en índices que lo interpreten.
El uso de un diagrama de
flujo para la gestión del estrés por frío puede ser una decisión acertada, ya
que muestra visualmente las operaciones, su secuencia, y fundamentalmente las
decisiones que se deben tomar luego de realizar una comparación. De hecho en la
gestión del estrés por calor en la legislación argentina, todo el proceso está
basado en el diagrama de flujo de la Fig. 1 (Anexo II con la modificación de la
Res. 295/03), aunque sin utilizar como símbolo estándar para
las comparaciones el clásico rombo (cosa que se extraña).
Si bien el Anexo II no
presenta ningún diagrama (ni tabla o listado) para la actuación en caso de
exposiciones al frío, otras legislaciones o entidades como por ejemplo el INSHT
en su NTP 1036:2015 presentan un esquema de trabajo bastante completo
con ramificaciones para cada caso particular, lo que ayuda a entender mejor las
situaciones que se presentan durante las tareas del trabajador y a decidir las
mejores soluciones para su protección y cuidado. Esta nota técnica comienza con
un repaso de la problemática que genera el frio (continuación y actualización
de la NTP 462) y sigue prácticamente los criterios de la ISO
11079 actualizada en 2009, que se basa en la determinación del índice IREQ
(Método de aislamiento requerido de la ropa). La evaluación tanto para el
riesgo por enfriamiento general como para el riesgo por enfriamiento local,
junto con la determinación del índice IREQ y los demás índices o valores
límites complementarios se desarrollan en la NTP 1037:2015.
Como profesionales del
área de Higiene y Seguridad podemos intentar desarrollar nuestro propio esquema
de toma de decisiones, respetando todas las instancias previstas en la
legislación argentina, pero tratando de ordenar las recomendaciones allí
vertidas, ya que al no contar con una secuenciación de las acciones a tomar, en
la práctica pueden omitirse algunas de las situaciones que se deben considerar.
Otra manera de
organizarse consiste en diseñar una tabla donde se puedan volcar distintos
rangos o límites de temperatura (ambiente, de los objetos, o Temperatura
Equivalente de Enfriamiento –TEE-), pero solo basándonos en el Anexo II, sin
profundizar con el cálculo. La idea es organizar las recomendaciones
secuenciando las temperaturas con un orden decreciente para saber en qué
momento actuar, o realizar controles. Un ejemplo de planilla puede ser el
siguiente:
T° real [°C]
|
T° obje- tos [°C]
|
TEE [°C]
|
Condiciones a adoptar
|
≤ 16
|
Trabajo
sedentario sin destreza manual → usar guantes
|
O también la que puede
verse en el artículo: [Y102] Ambiente térmico y ventilación, en las últimas 3 placas.
Referencias
- INSHT (1993). Nota Técnica de Prevención (NTP) N° 462: Estrés por frío, evaluación de las exposiciones laborales.
- INSHT (2015). Nota Técnica de Prevención (NTP) N° 1.036: Estrés por frío (I).
- INSHT (2015). Nota Técnica de Prevención (NTP) N° 1.037: Estrés por frío (II).
- MTEySS (2003). Resolución 295/03.
- OIT (1999). Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo. Capítulo 42: Calor y frío.
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