De manera análoga a lo visto en carga térmica por calor, podemos definir:
Estrés por frío
Carga térmica negativa a la que están expuestos los trabajadores o pérdida excesiva de calor que el trabajador cede al medio ambiente, como resultado del efecto combinado de factores climáticos y personales (actividad y ropa).
En los ambientes fríos solo hay aporte de calor metabólico y protección de la ropa (evita que se escape el calor), mientras que las pérdidas ocurren en su mayoría por convección y radiación. Cuando el flujo calor cedido al ambiente es excesivo, la temperatura del cuerpo desciende, en estas situaciones se dice que existe riesgo de estrés térmico. En los casos severos la temperatura interna del cuerpo desciende y también pueden resultar afectadas otras partes del cuerpo.
Además el estrés por frío puede presentarse a temperaturas justo por debajo de la zona de confort, especialmente en el trabajo sedentario (serenos, vigilancia, etc.). Naturalmente, cuanto más baja es la temperatura ambiental, mayor es el riesgo de estrés por frío.
La respuesta a un nivel determinado de estrés por frío depende en gran medida de la capacidad de termorregulación del cuerpo y de la conducta que presente la persona, tanto en lo referente al movimiento como a la forma de vestirse.
Tensión por frío
Respuesta del cuerpo humano al nivel o potencia de refrigeración (estrés térmico) al que está expuesto, y que provoca una serie de mecanismos fisiológicos de ajuste para aumentar la generación de calor interno y disminuir la pérdida del mismo.
Ante el riesgo de estrés por frío el organismo pone en funcionamiento una serie de mecanismos destinados a aumentar la producción interna de calor y disminuir su pérdida, entre ellos se destaca el aumento involuntario de la actividad metabólica (tiritera) y la vasoconstricción.
Por supuesto que esta respuesta depende de factores personales como: edad. género. morfología/antropometría, problemas circulatorios preexistentes, fatiga y cansancio, consumo de bebidas alcohólicas y tabaco, uso de ciertos medicamentos, insuficiencia en la ingesta de alimentos y líquidos, etc.
A los efectos del cálculo posterior, la tensión térmica por frío se clasifica en:
- Tensión fisiológica baja: el cuerpo se encuentra en estado térmico neutro, y si bien puede existir una pequeña sensación de frío, el organismo no requiere aporte de calor para mantener el equilibrio.
- Tensión fisiológica alta: luego de un período inicial de disminución de calor en la piel y en las extremidades (aproximadamente de 20 a 40 minutos), la sensación es de frío y el equilibrio solo se mantiene por el mecanismo fisiológico de vasoconstricción periférica.
- ISSHT (2015). Nota técnica de prevención 1036: Estrés por frío (I). España.
- OIT (1999). Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo. Cap. 42: Calor y frío.
- Imagen.
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